Adaptation Annual meeting

Adaptation, el proyecto Pathfinder liderado por el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) que creará dispositivos que absorberán la energía solar para convertirla en electricidad a la vez que serán capaces de enfriarse por sí mismos, avanza con buenos resultados: “Hemos establecido con éxito las bases teóricas y de diseño de sus componentes principales”, celebra Sara Núñez, investigadora del ICMM-CSIC y coordinadora del proyecto europeo.

El proyecto, que ha recibido 3,6 millones de euros a través de las ayudas Pathfinder de la Unión Europea, celebró el pasado mes de marzo su primera reunión anual. En encuentro fue en la sede central del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, y contó con la asistencia presencial de 22 miembros de nueve instituciones socias: los participantes viajaron desde Estrasburgo (Francia), Innsbruck (Austria), Utrecht (Países Bajos), Braga (Portugal), así como desde Barcelona, Vigo y Navarrete (España). “La reunión brindó al consorcio la oportunidad de encontrarse cara a cara, revisar los avances y abordar los desafíos que enfrentará el proyecto durante los próximos 18 meses”, explica la investigadora.

Coordinado por el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), el proyecto ADAPTATION está desarrollando un nuevo enfoque para la captación de energía solar y la gestión térmica. Inspirado en la naturaleza y en procesos como la fotosíntesis, los equipos de trabajo combinarán ambas funciones en un único material de fácil integración. En lugar de depender de estructuras complejas y multicapa, ADAPTATION propone una solución simplificada que incorpora todas las funcionalidades en un solo compuesto. Esto permite una tecnología más escalable y adaptable, capaz de ajustarse a la diversidad geográfica y a los futuros impactos climáticos.

Tras su primer año, “el proyecto ha establecido con éxito las bases teóricas y de diseño de sus componentes principales”, afirma Núñez. La investigadora explica que, en los próximos meses, los esfuerzos se centrarán en traducir este conocimiento fundamental en dispositivos de prueba de concepto, validando su rendimiento en condiciones reales.
“La fuerte implicación de tres empresas tecnológicas de alto nivel dentro del consorcio garantiza que la tecnología se diseñe desde el principio pensando en su aplicación práctica”, celebra Núñez. La reunión en Madrid también sirvió como un momento clave para reforzar la estrategia del proyecto: integrar la captación de energía solar y la regulación térmica en una sola capa, como base esencial para habilitar futuras aplicaciones.

Las entidades que participan en el proyecto son, además del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (con el ICMM-CSIC y el Instituto de Óptica), la Universidade do Minho, el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), la Universidad de Vigo, la empresa Avanzare Innovation Tecnologica SL y compañía Cooling Photonics; la Universidad de Estrasburgo (Francia), la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y la empresa Sunplugged-solare Energiesysteme GMBH (Austria).