Carlos José Sánchez Martínez, graduado en Física por la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido galardonado con el Primer Premio Arquímedes por su Trabajo Fin de Grado, que realizó en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) bajo la tutorización de la investigadora Elsa Prada. El premio está dotado de 6.000 euros para el estudiante y otros 2.000 para la directora.
El trabajo se titula 'Oscilaciones de Majorana en nanohilos híbridos encapsulados' [Majorana oscillations in full-shell hybrid nanowires, en inglés] y en él el investigador y su directora investigan un método para detectar modos de Majorana en superconductores topológicos basados en nanoestructuras. Estudiamos teóricamente un nuevo diseño de nanohilo híbrido superconductor-superconductor y vemos que, efectivamente, aparecen unas oscilaciones características que, si se midiesen en el laboratorio, serían indicadores de la existencia de modos de Majorana en este tipo de sistemas. Esto es importante porque la existencia de los modos de Majorana aún no ha sido demostrada experimentalmente de forma irrefutable", explica el investigador.
"Es un tema muy atractivo, porque dos pares de Majorana podrían formar un cúbit topológico. Construir un ordenador con estos cúbits lo protegería de la mayor parte de los errores o decoherencia", comenta orgulloso. Una vez realizado su TFG y tras el premio, tanto él como Prada están trabajando para que esta investigación se convierta en un paper (artículo de investigación) en alguna revista de prestigio. "Es el siguiente paso", señalan.
Pero no acaba ahí la carrera de este joven, que de hecho solo está empezando. Ya ha terminado su Máster en Física de la Materia Condensada y de los Sistemas Biológicos con especialidad en Nanofísica y se acaba de matricular en el programa de doctorado, esta vez en óptica cuántica. "Al fin y al cabo, las ideas sobre topología que he trabajado con Elsa Prada se pueden trasladar a este otro campo. Yo creo que cambiar es enriquecedor, puedes ver paralelismos y nutrirte de otros lugares", cuenta Sánchez.
Este joven, "curioso por naturaleza", tiene claro su deseo de dedicarse a la investigación. "Te tiene que gustar, a veces no está muy bien valorado", reconoce. "Me gusta ponerme en la frontera del conocimiento. Cada día es una aventura nueva”, dice convencido. "Veía que podía ser alguien con futuro en la academia", añade Prada sobre el momento en el que lo conoció.
"El Trabajo de Fin de Grado exige mucho esfuerzo y dedicación tanto por parte del alumno como del director", continúa la investigadora, que cuenta que no solo enseñó a Sánchez labores de investigación en general y de topología en particular, sino que además lo introdujo en el cálculo numérico, una especialidad dentro de la Física. "La verdad es que fue un periodo intenso, pero lo hizo muy bien y ahora tenemos este bonus del premio", añade.
El Certamen Arquímedes, organizado por el Ministerio de Universidades, tiene como objetivo fomentar la investigación científica entre los estudiantes universitarios premiando los mejores trabajos de investigación en todas las áreas del conocimiento llevados a cabo por alumnos de grado y máster de las universidades españolas. De 530 trabajos presentados, solo 25 llegaron a una final en la que los y las elegidas tuvieron que preparar una charla que fuera atractiva para personas de otros campos de conocimiento. Un ejercicio que, de paso, les conciencia sobre la importancia de la divulgación de la ciencia: Un ejercicio que, de paso, les conciencia sobre la importancia de la divulgación de la ciencia: "Intenté exponerlo de forma fácil y atractiva lo mejor que pude, fue un reto". Y el resultado ya se sabe: un primer premio tan merecido como motivador... para él y su directora.