El Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM - CSIC) ya tiene nuevo equipo directivo. José Ángel Martín Gago es desde el 1 de julio el nuevo director de este centro, el mayor dentro del área de Ciencia de Materiales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El investigador contará con la vicedirección de Jesús Ricote y Pilar Aranda.
"Este centro ha sufrido una desventaja competitiva asociada al elevado número de investigadores en plantilla", explica Gago. Pese a que pueda parecer contradictorio (cualquiera podría pensar que más investigadores sería directamente proporcional a mayores beneficios), lo cierto es que tener casi 200 investigadores repartidos en más de 30 grupos lleva aparejada una "dispersión temática", en palabras del nuevo director. Esto, explica, hace difícil tener una política común, y ese es uno de sus mayores retos: "Convertir la diversidad en una fortaleza". ¿Cómo piensan hacerlo? El investigador esboza un pequeño avance: "Es preciso conocer qué hacen los grupos, cuáles son sus problemas y cómo se engarzan sus objetivos dentro de las políticas actuales de investigación en el área de nuevos materiales". Todo ello para llegar al segundo y principal escalón: presentar una "política de instituto" acorde a la realidad del centro.
En palabras de Ricote: "Un objetivo a lograr que a mí me parece esencial es que los investigadores dentro de cuatro años sientan que el ICMM les ayuda en su investigación, y no es una entidad que les 'pide papeles' en una burocracia sin fin". "Tenemos ilusión por poner en marcha una serie de comisiones autónomas, en las que se integren todos los grupos del ICMM, y que sean independientes en la toma de decisiones", agrega Gago. Aranda añade otro punto importante: la organización de actividades de los servicios de apoyo a la investigación. "Son un aspecto necesario y fundamental que debe mejorar y coordinarse mejor dentro del ICMM para potenciarlos y que sean más útiles para todo el personal investigador interno y externo", argumenta la investigadora.
Todos confiesan que no estaba en sus planes dirigir el centro, pero las circunstancias los animaron a ello. El propio Gago lo expone así: "Alguien tiene que hacerlo, y es mejor que quien lo haga sea un investigador que conozca cuáles son las necesidades y los problemas de los investigadores". Él añade un punto no menos importante: bajo su punto de vista, la nueva dirección debía estar liderada por alguien "con el reconocimiento suficiente para ser escuchado por las instituciones". Y ahí es donde entraban él y su equipo. "La razón principal para presentarme está en la confianza en la propuesta de José Ángel", explica Aranda. Ricote coincide: "Me parecía que el Instituto necesitaba un empuje para ocupar el sitio que sus investigadores merecen, y me pareció que la candidatura de José Ángel podía ser la respuesta".
"Es importante contar con buenas infraestructuras para poder facilitar la labor investigadora, pero también es fundamental dotarlas de personal técnico capacitado y motivado, cuya labor sea reconocida y valorada", comenta Aranda sin dudar. En ese reconocimiento trabajarán mano a mano para hacer del centro un espacio de trabajo en el que todo el personal se sienta cómodo.
Apoyo a la investigación en todas sus vertientes (desde actividades a organización del personal, pasando por la gestión de nuevos estudiantes, por ejemplo), fomentar la internacionalización y la creación de un nuevo comité científico asesor son algunas de las principales líneas de actuación de este nuevo equipo directivo: "Pensamos que una visión experta desde el exterior puede ser de gran ayuda para aumentar nuestra visibilidad internacional y definir esas políticas de centro", matiza Gago. Los tres hablan también, y muy relacionado con esto, de la mejora de la comunicación y divulgación del instituto.
"Otra acción que consideramos muy importante es aumentar la visibilidad del instituto ante la sociedad (divulgación), ante otros centros e instituciones, y a la vez reforzar los lazos y comunicación entre el personal del instituto", añade Gago. De hecho, ya han contratado a una profesional para que desempeñe estas labores, Ángela R. Bonachera.
No es casualidad el interés del equipo en la comunicación y la divulgación, pues ellos mismos la practican a nivel individual desde hace años. "Me gusta entender cómo funcionan las cosas y, cuando lo consigo, quiero explicárselas a los demás", relata Ricote. Gago habla de forma similar: "La ciencia es una faceta muy importante para mí, así como el contarla a otros para conseguir que sientan la misma fascinación que yo experimento". Aranda, por su parte, practica la difusión de la ciencia de otra forma no menos importante: la enseñanza. Aunque ahora está alejada de ella, ha participado en actividades docentes de posgrado, doctorado, máster, cursos de especialización, etc.
No solo la comunicación en sus diferentes aspectos es algo que une a estos tres científicos. Hablar con ellos es sentir en primera persona la pasión por la ciencia y su tarea investigadora. De hecho, este cambio laboral también implicará nuevas adaptaciones, y los tres lo llevan con filosofía. Gago, nuevo director, será el que quizá pueda dedicar menos tiempo a la que siempre ha sido su pasión, pero está tranquilo: "En el último año se han estabilizado todos los doctores que llevaban muchos años trabajando con nosotros, y que ya se ocupaban de las líneas de investigación del grupo. Ellos reclaman ahora más independencia en la toma de decisiones y me parece una buena idea que sean ellos quienes estén ahora pendientes del día a día, y yo pase a un segundo plano", explica.
Ricote, a quien se le ve estas semanas corriendo de lado a lado por los edificios del Instituto, sigue con un ojo puesto en su grupo de investigación, y de hecho ahora compagina sus tareas más inminentes de la vicedirección con la bienvenida de sus nuevos estudiantes. El trabajo no le asusta. Tampoco siente miedo -sí un poco de vértigo, como humana- Aranda: "Las nuevas tareas suponen un cambio en la dinámica habitual de dedicarse a la investigación totalmente", reconoce. No obstante, confía en seguir contribuyendo a su grupo de investigación, quizá con algo de menos implicación. Con todo, el nuevo reto tiene un aliciente importante: "Supone abordar otras tareas que pueden suponer aportar y contribuir al progreso de la investigación en un ámbito más amplio", cuenta.
Porque, y no se puede olvidar, el trabajo de estos investigadores es esencial para el avance de la ciencia. Aranda, que fue de las primeras investigadoras en trabajar en materiales híbridos organo-inorgánicos, sigue con ello: "Sus posibilidades siguen siendo infinitas y continúan surgiendo nuevas, además muchas de ellas vinculadas a algo tan común como son las arcillas". Y se explica: "Aunque para algunos parezcan algo simple y hasta poco relevante, creo que van a volver a tener gran relevancia para la humanidad si se busca un mundo más sostenible".
Ricote se describe a sí mismo como "un científico que intenta aportar conocimiento sobre la estructura interna de los materiales, que finalmente determina su comportamiento". Ahora es responsable de un microscopio de fuerzas atómicas que le permite “explorar los efectos que produce la reducción del tamaño de los cristales en materiales ferroicos", explica, añadiendo que todo esto está orientado a "proponer las mejores soluciones para integrarlos eficientemente en micro y nanodispositivos”
Gago, todo un todoterreno (entre sus pasiones se pueden mencionar la escritura, el teatro, la montaña, moto...), reconoce como uno de sus mayores logros, y del que se siente más orgulloso, su capacidad para "aglutinar y conseguir que un elevado número de investigadores experimentales de distintos ámbitos teóricos trabajen junto a teóricos, compartiendo proyectos e ideas". Y es que Gago toca temas de investigación tan variados como síntesis en superficies, materiales de baja dimensionalidad, astroquímica, origen de la vida o diseño de nuevos (bio)sensores. "Nos hemos metido, y seguiremos haciéndolo, en temáticas complejas de las que muchas veces no éramos verdaderos especialistas, pero en las que participamos de la mano de otros investigadores con la ilusión de contribuir a esos campos". Quizá la dirección del ICMM es otro de esos temas en los que uno se mete con ilusión y luego sale airoso. Ese, sin duda, es el objetivo de este equipo.
-- Ángela R. Bonachera - ICMM Comunicación--
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