Fue un 9 de mayo de 1950 cuando Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores en Francia, pronunció una declaración que, décadas después, lleva su nombre: en ella proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero, la CECA. Ésta fue la primera de una serie de instituciones supranacionales que dieron origen, en 1992, a la Unión Europea tal y como la conocemos ahora.

Entre sus objetivos siempre se habla de la promoción de la paz y la seguridad, así como el respeto a los derechos y libertades fundamentales. Sin embargo, estos no son, ni mucho menos, sus únicos objetivos: promover el progreso científico y tecnológico, así como proteger y mejorar la calidad del medio ambiente, son otros de los objetivos principales de esta institución, y son los objetivos que más influyen en las instituciones de investigación de toda Europa.

Es por ello que, con motivo de la celebración del Día de Europa, los diez centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el entorno de Cantoblanco nos volvemos a unir, liderados por el ICMM-CSIC, en un evento de tres días en el que llevamos la ciencia más europea a alumnado superior. En concreto, durante estas tres jornadas, casi 300 estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional recibieron charlas (18 repartidas en los tres días) sobre la ciencia que hacemos gracias a Europa: los proyectos de investigación que podemos desarrollar a través de la financiación de la Unión Europea en sus múltiples programas de ayudas económicas.

De este modo, el alumnado aprendió, por ejemplo, los proyectos europeos para la producción de biocombustibles avanzados en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica; de los imanes sin elementos críticos del Instituto de Cerámica y Vídrio; de la criomicroscopía electrónica del Centro Nacional del Biotecnología; los estudios sobre la replicación del ADN en cáncer del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa; de las simplificaciones de imágenes en el Instituto de Investigaciones Biomédicas; o del proyecto que reparará la médula espinal lesionada con nanotecnología, los materiales 2D o las exploraciones del nanocosmos del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid.

Con la presencia también de tres investigadores postdoctorales con becas MSC, el alumnado terminó las jornadas con nuestro clásico Escape Road: a la búsqueda de mujeres Nobel y no Nobel, donde reflexionaron y jugaron sobre el papel de la mujer en la ciencia de más alta calidad a lo largo de la historia.