Javier Gainza, investigador postdoctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), ha ganado el Primer Premio Margarita Salas a la mejor tesis doctoral en la categoría de Ciencias Básicas. "Aún no me lo creo", contaba el joven al enterarse de la noticia. El galardón viene a reconocer el trabajo realizado durante su tesis doctoral, que estuvo dirigida por José Antonio Alonso junto a Norbert Nemes y Federico Serrano y llevaba por título 'Materiales termoeléctricos, calcogenuros y pnicturos, con nuevas fenomenologías: síntesis y caracterización'.
"Mi trabajo durante la tesis se ha centrado en los conocidos como materiales termoeléctricos, que son aquellos materiales capaces de transformar calor en energía eléctrica, de forma directa y reversible", explica el investigador. Él señala que, aunque algunos de esos materiales son comerciales, "actualmente su aplicación es muy limitada, principalmente debido a su baja eficiencia de conversión".
Con este panorama, Gainza ha sintetizado y estudiado diferentes familias de materiales, como el SnSe y el CoSb3, analizado su estructura cristalina a nivel atómico utilizando difracción de rayos X y de neutrones, y sus propiedades físicas "tales como la conductividad eléctrica o la conductividad térmica". "Nuestro objetivo final era el de entender la relación entre estas propiedades para intentar mejorar la eficiencia del material y conseguir que esta tecnología sea de más amplia aplicación en el corto plazo", concluye el científico.
Tras conseguir Sobresaliente Cum Laude en la tesis y ganar el prestigioso premio Margarita Salas, actualmente el investigador trabaja como postdoctoral en el ICMM, aunque su siguiente paso será incorporarse, a partir de noviembre, también como postdoctoral al sincrotón europeo (European Synchrotron Radiation Facility - ESRF) de Grenoble, Francia. Y eso de momento, porque también ha solicitado algunos otros contratos postdoctorales de renombre. "En cualquier caso, mi intención es seguir en el mundo científico, del cual sigo disfrutando, por lo que confío en poder volver a medio plazo al ICMM, en el que he estado muy cómodo durante estos años".
Preguntado sobre el premio, se reconoce muy contento. "Me alegro mucho de que el jurado haya valorado así de bien mi trabajo durante estos años, sin duda es una motivación extra que reafirma el pensamiento de que todo el esfuerzo ha merecido la pena", comenta emocionado, y sigue: "¿Que si lo esperaba? Honestamente, ¡no! Viendo los finalistas del año pasado ya me había hecho una idea de que el nivel era muy alto. Estar ahí en esta edición, entre las mejores tesis del año, sin duda es un honor que valoro mucho".
"Creo que estos galardones sirven para poner en valor todo el trabajo científico que muchas veces pasa desapercibido al gran público, pero que es imprescindible para el avance de la sociedad", destaca el investigador, que añade además su agradecimiento a que el galardón organizado por el Ayuntamiento de Madrid esté dirigido a gente joven que está empezando su carrera científica: "esto reconoce el esfuerzo y dedicación que supone esta etapa profesional", concluye.