Borja Cicera

Borja Cirera es un investigador barcelonés que se unió al grupo de Estudios Interdisciplinares Basados en Sistemas Nanoscópicos (ESISNA), en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, el pasado año. Y ahora acaba de conseguir una de las competitivas becas 'Atracción de Talento' de la Comunidad de Madrid, con la que espera desarrollar su propio proyecto de investigación durante los próximos cinco años.

El trabajo de Cirera empezó en la Universidad Autónoma de Madrid, donde trabajó en su tesis doctoral sobre nanoarquitecturas basadas en lantánidos en superficies. Tras esto, se trasladó al Instituto Fritz Haber de Berlín para realizar su estandia postdoctoral "para aprender una nueva técnica que permite investigar las interacciones luz-materia a escala atómica iluminando la unión de un microscopio de sonda de barrido (SPM) con diferentes fuentes de luz", explica.

Su investigación se ha centrado en diferentes enfoques 'de abajo a arriba' que pueden adaptar nuevos materiales de baja dimensión con precisión atómica, "desde polímeros covalentes orgánicos hasta redes metalorgánicas que incorporan tierras raras", afirma. "Además de la caracterización morfológica y electrónica local mediante SPM, en Berlín desarrollé un novedoso sistema para investigar las propiedades vibratorias a escala atómica con espectromicroscopía Raman mejorada con punta", añade, y menciona que esto le permitió acceder a una amplia gama de procesos que ocurren en la interfaz entre nanomateriales y superficies, "como cómo se inyecta y disipa la energía".

Ahora, es el momento de desarrollar su propio proyecto, y está deseándolo: "Quiero explorar cómo podemos utilizar la luz no sólo para sondear las propiedades optoelectrónicas locales de los materiales, sino también para explotarla para dirigir la nanofabricación con un alto control espacial y selectividad". El objetivo es utilizar este control "para dirigir reacciones que produzcan polímeros atómicamente precisos sobre soportes tecnológicamente relevantes más allá de los metales".

Cirera está seguro de que está en el lugar correcto: "Este instituto y el grupo ESISNA tienen una sólida formación multidisciplinar en una variedad de campos y técnicas que serán muy beneficiosos para mi proyecto, pues están en las fronteras de la ciencia de superficies, reacciones en superficie y nanoplasmónica; con expertos tanto experimentales como teóricos". Con ellos, además de trabajar duro e investigar, Cirera comparte tiempo y aficiones: "Espero facilitar las interacciones con otros científicos dentro del instituto y cultivar un ambiente de colaboración con mis investigaciones", concluye.