El Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), en su apuesta por llevar la divulgación y formación científica a un nivel más inclusivo, ha formalizado este año su participación en programas de apoyo a personas con altas capacidades para ayudarles en su formación en ciencias. Gracias a esto, Raúl Martínez y Laura Azzimonti han podido disfrutar de estancias únicas en el centro.
“Me siento afortunado de haber tenido esta oportunidad”, dice Raúl, que ha pasado todo el mes de junio aprendiendo de la mano de Miriam Jaafar gracias a la Fundación Max Mazin. Con esta investigadora, el joven, que estudia Primero de Física en la Universidad Autónoma, ha aprendido qué se investiga y cómo se trabaja en el mundo del nanomagnetismo: “Hemos trabajado con el Microscopio de Fuerzas Magnéticas (AFM): ha aprendido cómo funciona la técnica estudiando la configuración de diferentes discos duros y ha puesto en práctica este conocimiento con varios sistemas, desde láminas delgadas a nanohilos”, describe Jaafar. “La verdad es que es alucinante la capacidad que tiene para asimilar todos los conceptos”, asegura.
El joven lo tiene claro: “Aunque todavía tengo varios años de carrera y máster por delante, me está sirviendo para irme haciendo una idea de, por ejemplo, todo lo que se puede estudiar con un AFM, y otras técnicas”, describe. De hecho, confiesa que ya está planteándose las técnicas que le pueden servir a la hora de escoger y plantear un TFG o incluso TFM. “hablar con gente que ya ha pasado por donde voy a pasar es útil, ilumina un poco el camino. A mí me está sirviendo para hacerme una idea de qué esperar del mundo de la investigación”, cuenta.
Laura Azzimonti, por su parte, es de Galicia y ha pasado por el ICMM-CSIC gracias a la Fundación San Patricio. Ella ha estado tres días en el grupo de Pilar Aranda, donde ha descubierto qué son los materiales híbridos y todos sus derivados. “Nunca había trabajado estos conceptos y, aunque ahora vaya a estudiar Física, creo que me serán muy útiles”, comentaba la joven mientras practicaba en uno de los laboratorios.
“Laura tuvo ocasión de conocer tanto aspectos relativos a la investigación en distintos tipos de materiales como en algunas metodologías de caracterización”, explica Aranda. Entre otros aspectos, el equipo del grupo le mostró ejemplos de algunos de los materiales con los que trabajan: nanopartículas superparamagnéticas de óxidos de hierro, de pigmentos como el azul de Prusia o de materiales porosos o películas basadas en partículas de óxidos metálicos y biopolímeros.
La joven también pudo apreciar diferentes tipos de microscopios: “Estuvo viendo cristales líquidos mediante microscopía óptica con luz polarizada y también tuvo ocasión de ver cómo funciona y para qué sirve un microscopio electrónico de barrido (FE-SEM), incluso pudo manejarlo para ajustar imágenes”, cuenta Pilar Aranda.
Tanto estas investigadoras como el resto de sus equipos se muestran satisfechas por la experiencia, y están esperando repetirla: "Es alucinante la capacidad que tienen para asimilar conceptos”, concluye Jaafar.