Coautora del libro 'Malestamos' (Capitán Swing, 2022), la psiquiatra ha participado en el ciclo Colloquia con una interesante charla sobre los condicionantes sociales (y económicos) que nos hacen estar mal (o no estar bien).
Es probable que, si alguien al azar mira sus 'stickers' en WhatsApp, tenga un número bastante elevado de memes sobre 'dramas', 'la llorería', el cansancio extremo o demás formas con las que tratar de tomarse con humor una forma de estar que no es estar bien, pero tampoco parece que sea estar muy mal. Es un malestar, un lugar un poco intermedio y difícil de nombrar pero en el que cada vez se encuentran más personas, y más personas de prácticamente todas las generaciones.
Sobre eso habla la psiquiatra Marta Carmona en el libro que coescribe con el médico de familia Javier Padilla: 'Malestamos' (Capitán Swing, 2022), que lleva por subtítulo: "Cuando estar mal es un problema colectivo". Sobre eso ha hablado, también, este lunes en el ciclo Colloquia del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM), CSIC, donde casi un centenar de personas se han congregado para escuchar lo que esta mujer tenía que contar sobre salud mental y colectividad. Sobre cómo arreglar esto.
Porque hablar de salud mental habla, sobre todo últimamente, casi todo el mundo. Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Por qué olvidamos los casos graves de patologías psiquiátricas? La experta ha alertado de una forma de hablar de salud mental extremadamente individualista: "Desde el marco más biologicista o psicodinámico, o desde cualquier marco teórico, el mensaje es 'dentro de mí hay una cosa que se ha roto y necesito un experto que me la venga a arreglar', y eso perpetúa el marco individualista, cuando a lo mejor lo que está roto es el entorno", expresa.
Durante casi una hora ha expuesto estos condicionantes externos que nos hacen estar mal, y que no siempre se solucionan con medicación o psicoterapia. Para expresarlo, ella imagina un viaje en el tiempo a una plantación algodonera. Cualquiera pueda imaginar que todas las personas en un sistema de esclavitud podrían tener síntomas de depresión, pero la solución a su situación no es otra sino la abolición de la esclavitud. "Claro, esto se ve con varios siglos de perspectiva, pero a día de hoy estamos haciendo eso con muchas cosas", lanza.
Y como muestra, varios ejemplos, arrancando con la precariedad laboral, un hecho que "no hay psicoterapia que te lo resuelva". "Hemos normalizado una forma de entender la vida que tritura a las personas", ha lamentado la psiquiatra, que defiende que necesitamos "otro marco y otro contexto, y de eso no se está hablando". "De alguna forma, al hablar tanto de salud mental desde esta perspectiva tan individual y tan de producto de consumo, se están devaluando las condiciones en las que se presta la psicoterapia, con una 'uberización' de ese campo", ha añadido.
Al ponerse a enumerar las condiciones materiales que pueden hacernos -y, de hecho, nos hacen- estar mal, puede parecer que su discurso es pesimista, pero es todo lo contrario. La autora y su compañero defienden que la vida puede ser bastante mejor: "Tenemos una responsabilidad histórica, este es el momento histórico de decidir cuáles son las prioridades que queremos en nuestro futuro", ha señalado. De hecho, ella anima a pensar en el 'cocuidado' junto al llamado 'autocuidado', y pide la reivindicación del arraigo.
En sectores tan competitivos como el de la ciencia, pese a reconocer que es complicado, invita a ser optimistas: "El hecho de que nos cueste pensar qué son los cuidados colectivos en este sector nos dice que hay una brecha en la que trabajar". Y añade: "¿Tiene sentido que todas las personas en la carrera científica vayan a psicoterapia o hay que cambiar el sistema?". "Ya podemos poner a 100.000 psicoterapeutas, pero lo que hay que hacer es que la carrera científica no sea una trituradora de carne, que ahora mismo es lo que es. Además una trituradora de carne pensada para que la atraviesen indemnes los tipos blancos de buen entorno social, con apellidos compuestos, que se pueden permitir lo que sea necesario", puntualiza.
Al final, un punto de luz: "Existe un nosotros sosteniéndonos y respaldándonos, al igual que cada uno de nosotros sostiene y respalda a otros", escribe junto a Padilla en el libro. "Podemos, queremos y vamos a estar mejor", y lo haremos con autocuidados, poniendo límites, pero también, y esto es esencial, "exigiendo y construyendo una vida mejor para todos" que pasa por "recuperar el discurso".
-- Ángela R. Bonachera - Unidad de Comunicación y Divulgación --
*Foto: Marta Carmona posa frente al edificio del ICMM junto a su hija, que la ha acompañado durante la jornada*
Contacto | Accesibilidad | Aviso legal | Política de Cookies | Protección de datos