Noche Europea de los investigadores 2022

¿Qué tienen en común un show del muelle, plantas de tabaco con colores inyectados, sonidos que se ven, fantasmas voladores y científicas olvidadas? Fácil: todo es parte del genial evento de la Noche Europea de los y las Investigadoras que los centros del CSIC en el campus de Cantoblanco hemos vuelto a celebrar. Ya son tres años en los que estos diez centros nos unimos para crear la mejor sinergia: un evento, decenas de científicos y científicas mostrando en qué consiste su trabajo... y cómo la ciencia es más divertida de lo que a veces parece.

Porque sí, a veces cuesta aprobar matemáticas, física, química... pero sin ellas no podríamos hacer lo que hacemos hoy en día. Ni escribir esto y publicarlo online ni sobrevivir al coronavirus que nos dejó en casa varios meses mientras se llevaba por delante demasiadas vidas, por poner dos ejemplos muy palpables. Pero hay más, muchos más, y así lo demostramos el pasado 30 de septiembre en la sede del CSIC. Cientos de investigadores nos trasladamos hasta la calle Serrano y el esfuerzo fue más que recompensado: casi mil personas se acercaron a disfrutar del mayor evento científico celebrado por estos centros hasta la fecha.

Un récord que motiva. "Es muy divertido e inspirador verles las caras", comentaba María José Calderón (ICMM) al salir de su show de superconductividad, uno de los más aplaudidos del evento ya que es ella la que hace 'volar' al famoso fantasma Cooper. Ella se llevó ovaciones y aplausos de un público entregado: alumnado desde 5º de Primaria a 2º de Bachillerato que no solo descubrió el secreto de los materiales que, al ser enfriados, dejan de ejercer resistencia al paso de la corriente eléctrica. Aprendieron también que las cerámicas son mucho más que boticos, descubrieron los poderes de la química para hacer la luz (porque no, no es lo mismo la fluorescencia, fosforescencia o la quimioluminiscencia, e Íñigo Bretos se lo dejó clarísimo) y se sorprendieron al saber que los muelles son mucho más que simples muelles (y hasta aquí podemos leer).

 

Noche Europea de los investigadores 2022, Iñigo Bretos

Más de 400 estudiantes se acercaron, con sus respectivas profesoras, a la sede del CSIC, pero no fueron los únicos: a partir de las 17 horas arrancó la feria de ciencia para el público general, y el resultado no pudo ser más satisfactorio para asistentes de uno y otro lado. En turnos de 100 personas cada hora, al final de la noche casi mil personas habían cruzado la portada de columnas de la calle Serrano para disfrutar de talleres y charlas científicas de todos los niveles.

Irene y Sandra, dos visitantes de algo menos de 30 años, contaban cómo ellas habían acudido casi de casualidad y que, pese a ser "muy de letras", habían disfrutado y aprendido mucho tanto con los talleres experimentales (ambas mostraban orgullosas sus lenguas azules, producto del taller de moléculas sensorialmente activas del CIAL, y confesaban haber pasado largos minutos tratando de conseguir una victoria en el juego de los catalizadores del ICP), como con la charla a la que habían asistido: Matemáticas para limpiar los océanos, impartida por Guillermo García-Sánchez del ICMAT. En suma, contaban cómo su imagen de la ciencia había cambiado, por supuesto para mejor: ya no era esa asignatura casi imposible del colegio o el Instituto. Era la vida, era palpable e incluso, sí, sí, divertida. 

Isabel Díaz, del ICP, habló de su proyecto para descontaminar aguas en Etiopía con Zeolitas poco antes que Guillermo y, después, fue el turno de Miguel Ángel Sánchez-Conde, investigador del IFT que explicó cómo es el universo violento (y oscuro) a la luz de los rayos gamma. Hasta ahí las charlas, pero no lo talleres: los centenares de visitantes pudieron ver el sonido, inyectar color a plantas de tabaco, generar electricidad a partir de calor, entender las vibraciones del mundo y conocer que el 'vacío' es mucho más que una metáfora poética bastante manida. Hasta la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, se acercó a la feria y disfrutó de cada uno de los talleres. Ella misma comentó en Twitter cómo 'se ve' la palabra 'democracia'. Toda una declaración de intenciones.

 

 

"He visto otra parte de la ciencia, más divertida y más práctica, y hemos aprendido cosas nuevas sobre las mujeres", contaban Maribel y Carlota, estudiantes de 3º de la ESO a su salida. Elena, una de sus profesoras en el colegio Amanecer (Madrid), resumía toda la jornada así: "Poder estar con personal científico es un privilegio". "Las mujeres han ganado grandes premios", concluían Malak y Andrea, del colegio Virgen de la Vega, en Fuenlabrada. Ellas se quedaron impresionadas con otra de las joyas de la corona: el escape road, que no dejó de aglutinar visitantes que se retaban para conseguir conocer a estas grandes mujeres que la historia ha olvidado. Ciencia, historia y un récord. El año que viene, a por más.

 

-- Ángela R. Bonachera (ICMM Comunicación).

Más info:

- La entrevista a Silvia Gallego, coordinadora del evento, en Radio 5

- Pieza en TeleMadrid desde nuestro evento en la sede del CSIC.