Hola!
De pequeña yo quería ser astronauta, pero pronto descubrí que si me mareaba en la montaña rusa de pequeños igual el espacio no era mi futuro, así que tocó cambiar de planes.
Al rellenar los papeles para entrar en la Uni, yo dudaba entre estudiar Química o Físicas. Al final hice químicas, pero luego el doctorado lo hice en física (por quitarme la espinita). Todo esto en la Universidad de Zaragoza.
A partir de aquí llegó mi época de mudanzas (con la consiguiente compra periódica de edredones, que es algo que no te llevas en la maleta cuando te cambias de país). Me fui unos meses a Londres a trabajar en un laboratorio de genética con Drosophila melanogaster (moscas mutantes, tal cual), pero que hacían nanopartículas biominerales. Luego vine al ICMM, con un contrato Sara Borrell. Estuve algo más de un año trabajando en el departamento de biomateriales y me fui de estancia a Australia (aquí al

lado) donde pasé dos años y medio acostumbrándome a tener arañas venenosas en el jardín de casa. Desde 2013 estoy de vuelta al ICMM, ahora mismo con un contrato de la Fundación para la Investigación de la compañía de seguros AXA, que acaba en Navidad. Al año que viene (con muuuuuuucha pena por irme de aquí), me iré a Zaragoza para trabajar con un contrato Ramón y Cajal.
Mi línea de investigación ha estado siempre relacionada con el uso de nanopartículas magnéticas para aplicaciones biomédicas. Además de la preparación de los materiales y su caracterización, gran parte de mi trabajo acaba siendo la caracterización de trocitos de animales, para ver a qué órganos van las partículas una vez las hemos administrado.

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